Las Crisis en la Pareja

Dicen que la peor de las relaciones de pareja, es siempre mejor que no tener ninguna relación.

Qué duda cabe que nos encontramos y unimos a otra persona para crecer.

 Cuantas veces mi pareja es mi espejo y en él (quiera o no) veo tanto lo que me gusta de mi mismo como lo que no.

En ocasiones las parejas firman, sin ser conscientes, una especie de contrato invisible, nunca explicitado, que los dos pactan sin reconocerlo abiertamente, como si dijeran de algún modo: "Yo me ocupo de estos asuntos que para ti son difíciles, y tú te ocupas de esos otros, que para mí son difíciles".

Por ejemplo puede ocurrir que uno le dice al otro: "Yo me ocupo de que tú no tengas que desarrollarte en el ámbito relacional o emocional, de que no tengas que enfrentarte a ciertos temores que te asustan". Y a veces el otro le dice "Yo me ocupo de que tú no tengas que encarar tu inseguridad respecto a tu autonomía y tu valor".

Hay miles de variantes a través de las cuales los miembros de la pareja, en un plano no consciente, tratan de protegerse el uno al otro de lo que en definitiva son sus sombras, sus carencias.

En este sentido hace un contrato de "ayuda", entendida como protección frente a las dificultades de cada uno. Entonces, al esquivar enfrentarse a las dificultades , el crecimiento de cada uno y de la pareja en sí, se paraliza.

Puede suceder que un día uno de los dos o los dos sienta que eso ya no le llena, ya no es suficiente, ya no es suficiente, que vive en una cárcel demasiado cómoda y que crecer y madurar significa también atravesar cada uno sus dificultades interiores y enfrentar al otro a las suyas propias.

Entonces puede suceder que uno de los dos (o los dos) decidan hacer un cambio importante. Por ejemplo, que uno diga "Es demasiada carga para mí tomar sobre mis espaldas tus dificultades o tus temores; en esto ya no puedo ayudarte y necesito retirarme". Es un intento de seguir ayudando al otro, pero esta vez enfrentándolo a sus dificultades (y enfrentándonos a nuestras dificultades), lo que conlleva una etapa de crecimiento que aparecerá en forma de Crisis y si no logran permanecer unidos y superar la Crisis, en última instancia puede surgir la separación.

Miguel Sánchez Zambrano

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Problemas en la relaciones de pareja o con los hijos. ¿Cuándo acudir a un Centro de Terapias especializado?

La familia se fundamenta en la relación de pareja. Si esta es sólida, estable y bien construida, la familia como sistema vivo contará con los recursos suficientes para abordar la complejidad de las relaciones.

Todo empieza en esta frase. Una actitud inadecuada (aunque muy romántica) será si nos creemos, respecto a la persona amada, que necesitamos de su amor para sentirnos completos.

El planteamiento adecuado, sano y crecedor  sería algo así: "yo estoy completo en mí mismo. Soy mi naranja entera, me siento pleno en mi amor propio y quiero compartirlo contigo. Si tu estás en la misma situación, ¡compartamos este amor que sentimos!.

De ese compartir, surgirá, "nacerá" la "primera hija", esto es, la "relación de pareja". Desde ese momento, las matemáticas fallan pues 1+1 ya no será igual a 2, sino a 3; un miembro de la pareja, el otro miembro y la relación nacida entre los dos.

Ésta necesitará todos los cuidados y atención posibles. Cada uno podrá vivir sin el otro. La que no podrá hacerlo será la relación surgida.

A continuación vendrán los demás hijos y entonces una clave fundamental, que rara vez se cumple, será seguir alimentando esa relación, que con frecuencia queda "en pausa". Se "olvida" la relación de pareja, incrementándose a tope la relación como padres. Si así fuere, puede comenzar casi imperceptiblemente una cesión del poder relacional a estos hijos y sucede cuando todo empieza a girar en torno a sus necesidades, olvidando las necesidades que sigue teniendo la relación de pareja. En el peor de los casos (cada vez más frecuente), el hijo va ganando en poder relacional, girando la vida familiar en torno a él, pudiendo llegar a convertirse en un chico "dictador" que puede llegar a amenazar y chantajear a sus padres, con tal de lograr el capricho que desee.

¿Cuándo acudir a Terapia?, sencillamente cuando ambos miembros de la pareja no logren solucionar los problemas que les hacen sufrir, tanto a nivel de su relación, como de la relación con los hijos.

En el primer caso, el trabajo se centrará en erradicar lo que no funciona de cada uno y que hace daño a la relación y al tiempo, potenciar lo mejor de cada uno y dar así nueva vida a la relación. La infidelidad, la violencia física o psicológica, los prontos emocionales... nada de ello es realmente el problema, sino el síntoma de algo más profundo, que será lo que haya que solventar en terapia, siempre que el amor siga estando presente, definiéndose este como "las ganas que yo tengo de que el otro (la otra) se sienta amado por mí".

En cuanto a la conflictividad con el hijo, el trabajo se centrará en que los padres recuperen el control relacional. El hijo ha tomado un poder que no puede ni sabe manejar, estrellándose en su propia vida, sufriendo él y haciendo sufrir a los padres. Ese hijo necesita ayuda y esos padres, la necesitan igualmente y ante todo, para ayudar al hijo a salir del embrollo en que se encuentra.

En el "Centro de Terapias y Atención a la Familia", (homologado-acreditado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía), trabajamos con una experiencia acumulada de más de 35 años, bajo los postulados de la Terapia Familiar Sistémica. Un equipo altamente especializado (Psicólogos y Terapeutas, Pedagogos y Educadores, Abogados, Trabajador social...), aborda el amplio abanico de problemas que se dan en la familia: adicciones, fobias, ansiedad, depresión, bajo rendimiento escolar, etc, además de los problemas de pareja o con los hijos.

El Centro ofrece terapias de 3ª generación (Mindfulness y Biodescodificación), así como un Programa completo de terapias Naturales (Quiromasaje, Reiki, Flores de Bach, etc.). Además cuenta con un Programa especifico de atención a personas dependientes y otro de Formación en Terapia Sistémica, habilidades Sociales y Análisis Transaccional, para estudiantes y profesionales. El servicio para orientación a padres y profesores de centros escolares, completa la oferta del "Centro de Terapias y Atención a la Familia", que cuenta con tarifas especiales para estudiantes, desempleados y tercera edad.

Miguel Sánchez Zambrano

Publicado en Ideal el 3 de mayo de 2017

 

 

 

 

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